Con solo 26 años, María Cecilia Ayalde ha cantado junto a Mick Jagger, ha trabajado como ingeniera de sonido para cantantes como Diego Torres y fue la primera mujer latinoamericana en trabajar en el área de ingeniera de sonido para la famosa Ópera de Steinbruch. Esta es su increíble historia.
En marzo 2016 a María Cecilia Ayalde la llamaron a una audición. No le dieron muchos detalles, solo que sería muy interesante y que valia la pena participar. “Nos dijeron vengan, apliquen y les prometemos que va a ser chévere”, cuenta. Ella se preparó para el gran día y, aunque sabía que la competencia era entre 120 personas que conformaban el coro de la universidad javeriana, donde ella estudiaba, no dejó que eso le hiciera perder la esperanza.
Al final todo su esfuerzo valió la pena. Luego vino otra selección más para solo ajustar el grupo a solo 20 personas. En ese momento le dijeron la verdad. “Vas a cantar con los Rolling Stones en el concierto de Bogotá. “Fue muy emocionante hacer los coros de la canción You can always get what you want y tener a Mick Jagger a menos de un metro de distancia” dice ella hoy al evocar ese gran momento.
Así, emocionante, ha sido la carrera de esta joven bogotana que un día optó por meterse en un campo dominando por los hombres: la ingeniería de sonido. Cuenta que le encantaban la música y las matemáticas y que esa carrera era la que mejor podía compaginar esas dos pasiones. Por eso se inscribió en ella sin pensar que sería como un bicho raro en esa industria.
En su curso eran 4 mujeres de una promoción de 25. “Nuestra profesión es mayoritariamente masculina, y aún hay mucha discriminación y una gran brecha de oportunidades dentro de la industria musical”. dice. Normalmente ella es la única mujer en las producciones de un concierto u otros eventos en los que ha trabajado. Eso le ha generado un par de anécdotas que dejan ver el machismo que aún subsiste en Colombia y el otros sitios del mundo frente a este tipo de profesiones que son considerada para hombres.
Una de ellas es que cuando ella está en su puesto, por ejemplo, los demás hombres de su equipo empiezan a explicarle como usar los equipos y que es lo que debe hacer, “como si yo fuera una novata después de haber hecho una carrera entera”, señala.
En diciembre 2019 ella participó en el concierto Diego Torres Sinfonico enBogota. Tuvo lamaravillosa oportunidad de trabajar en el equipo de ingeniería de sonido en vivo del evento. Nuevamente fue escogida entre muchos profesionales del área para hacer la mezcla de sonido que él debe escuchar durante el evento. Mientras ella hacia su trabajo podía advertir que a su alrededor, todo el equipo era conformado por miembros del sexo masculino. “Eran seis ingenieros de sonido y yo era la única mujer. Además, los ‘roadies’ eran todos hombres”, dice.
Pero como ninguna profesión está hecha exclusivamente para un sexo determinado, ella ese día sobresalió. “Estuve asistiendo al ingeniero de monitores en la mezcla de sonido para los músicos. Ellos tienen unos parlantes volteados hacia ellos que son my importantes porque así escuchan a la banda”. El cantante se debe sentir bien con esa mezcla, con más bajo o mas piano, según su comodidad. Esa noche el argentino quedó fascinado con su trabajo.
YouTube le ha pagado US$ 4.000 millones a la industria musical en los últimos doce meses
Su corta carrera en esta industria ha sido exitosa. En 2019 fue panelista en el XIII Festival Internacional de Cartagena, donde habló de las técnicas de grabación y mezcla en 360 grados, aplicadas a la realidad virtual. Un mes después se convirtió en la primera persona latinoamericana en la historia en ser nominada para el Student Recognition Award, que otorga por la prestigiosa Cinema Audio Society (la sociedad de ingenieros de sonido para cine más grande del mundo) a los 5 mejores estudiantes de ingeniera de sonido alrededor del mundo. Era como estar nominada para los Oscar de los ingenieros de sonido, dice ella.
Luego obtuvo una pasantía en Viena, donde nuevamente fue la primera mujer latinoamericana en trabajar como ingeniera de sonido para la famosa Ópera de Steinbruch, que se realiza en la Cantera de St. Margarethen, el escenario acústico natural más grande de Europa.
Al finalizar su pasantía obtuvo una de las 15 becas otorgadas por el British Council en alianza con Colfuturo para estudiar una maestría en el área de industrias creativas y culturales en Inglaterra, la cual pudo aplicar en conjunto con una beca del 50% otorgada por su alma máter, the University of Sussex. Estos estudios los culminó con la calificación más alta posible en el sistema inglés: “distinction”.
Su sueño laboral es trabajar en la fusión de la música y la realidad virtual, y generar así experiencias como conciertos digitales en 360° y grabaciones interactivas. Ella explica que esta innovadora tecnología consiste de gafas muy grandes que la gente se pone y con las que puede ver un video de 360 grados, lo que ofrce la sensación de estar en el sitio. Su tesis en la Javeriana versó sobre el tema y ese es su sueño por cumplir en Inglaterra.
Este tipo de videos beneficiaría principalmente a audiencias que no pueden asistir a estos eventos, ya sea por distancia, en caso de que el concierto sea en otro país o por falta de dinero o por discapacidad. Además esto fortalecería la industria musical en situaciones donde la aglomeración de personas no se permite, por ejemplo, en esta situación de pandemia. Lo bueno es que pareciera que el universo está confabulando para hacer sus sueños realidad: En Inglaterra hay una orquesta de música clásica que realiza este tipo de producciones y se llama Philarmonia Orchestra y el projecto específico es The Virtual Orchestra.
“Me encantaría poder trabajar con ellos en sus grabaciones y conciertos interactivos e interdisciplinarios”.
La historia, indudablemente, continuará…
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Cristian Riquelme